México a la conquista empresarial de Cuba

09 noviembre, 2015

Son empresas “de lo más variadas, desde servicios de manufactura a bienes de consumo”, dijo González, entrevistado en Mérida, sureste de México, tras el encuentro entre los gobiernos mexicano y cubano con motivo de la primera visita de Estado al país del mandatario cubano, Raúl Castro.

Este viaje, que culminó este sábado, supuso el primero de este rango que lleva a cabo un gobernante cubano desde los años sesenta, y dio fe de la buena sintonía entre gobiernos y del relanzamiento de relaciones entre las dos naciones, especialmente comerciales.

“Esta reunión tuvo un enfoque muy importante en lo económico y en la parte de inversiones. En la cubana por el modelo (económico) renovado y en México por las reformas, que permiten mucho más desarrollo empresarial para poder tener una relación más estrecha (con Cuba)”, afirmó González.

Así lo expresaron también Castro y Peña Nieto en su mensaje a medios conjunto del día de ayer, en el que el mandatario mexicano habló de la “oportunidad de contribuir al fortalecimiento de la relación económica” con Cuba en el marco de la apertura económica y Castro, impulsor del cambio, destacó el “interés” de empresas mexicanas.

Prueba de ello son estas 150 compañías que han acudido a ProMéxico desde que la oficina abrió en La Habana hace año y medio, un “flujo de empresas” que van “desde operación de aeropuertos, campos de golf, hoteles y manufactura”, agregó González.

El comercio entre México y Cuba es del orden de unos 350 millones de dólares anuales, y las exportaciones han crecido a un ritmo del 7 % anual en los últimos años, explicó González.

“La balanza es superavitaria para México y creemos que puede haber un crecimiento, un detonar de muchos más productos que se empiecen a terminar en México pero queden en (la Zona Especial de Desarrollo del) Mariel con empresas mexicanas para su comercialización”, también en muchos países centroamericanos, consideró.

En Mariel, un enclave cercano a La Habana pensado para facilitar la inversión extranjera en Cuba, las dos primeras empresas que se instalaron son mexicanas, prueba del enorme interés en la isla, explicó.

Es el caso de Richmeat, de alimentos cárnicos, la primera firma internacional en obtener permiso en Mariel.

Otro ejemplo de éxito mexicano en Cuba es Grupo Zuker, quien se asoció con el Gobierno de la isla para invertir en maquinaria para el desarrollo de procesos y derivados del azúcar.

A pesar del gran interés de México en Cuba, González recordó que este es mutuo.

Puso como ejemplo el rendimiento que la isla puede sacar a sus reservas de níquel, un mineral codiciado por la industria manufacturera mexicana, y a sus mercancías farmacéuticas y servicios médicos.

Afirmó que estos últimos productos, muy desarrollados permitirán alianzas comerciales con mexicanos “para poder salir al mundo a vender los productos” cubanos, señaló el director de ProMéxico, quien dijo que ya se están creando sociedades con firmas de varios países regionales para tal propósito.

Un ejemplo de este creciente acercamiento entre México y Cuba lo protagoniza el estado de Yucatán, en el sureste de México y separado por unos 200 kilómetros de aguas caribeñas de la isla.

Es una relación “histórica” que “se ha fortalecido” en los últimos años, ocupando las empresas yucatecas una tercera parte del pabellón mexicano en la Feria Internacional de La Habana, dijo a Efe el director estatal de Yucatán de ProMéxico, José Manuel Rodríguez.

“Hemos visto cómo las empresas yucatecas cada vez se posicionan más en la isla. Y se estarán cosechando los resultados con la apertura de una oficina de empresas yucatecas en Cuba”, afirmó.

Son empresas de diversos sectores, continuó, que van desde el mantenimientos y construcción de embarcaciones, materiales para la construcción, alimentos, comida para ganado o productos químicos, entre otros.

Las exportaciones de esta región hacia Cuba fueron de 90 millones de dólares en 2014 y se prevé que crezcan cuando se establezcan en Mariel nuevas compañías.

La principal ventaja, en el Puerto de Progreso, pegado a la capital del estado, una naviera de Cuba va y viene cada 15 días, “facilitando el comercio” entre naciones al ser “la ruta más corta” hacia La Habana, explicó Rodríguez.

Para él, no se trata de sacar solo rédito comercial, sino de buscar “más una colaboración que una competencia” en sectores que comparten como el turismo, del que se derivan otros rubros como la construcción.

En el marco de la histórica visita de Castro al país, el viernes se reunió también una delegación de empresarios cubanos y mexicanos.

No es la primera ocasión que sucede, pues en 2014 y septiembre de 2015 se encontraron unos setenta inversores de ambas naciones para perfilar el impulso de negocios conjuntos.