La red de franquicias Evercil surgió a raiz de un hobby

22 mayo, 2013

Christophe Belloncle, director de franquicias Evercil, asegura que estos centros de belleza especializados en la extensión de pestañas y tratamientos de keratina para el cabello son un negocio ‘noble’ para las mujeres. “Es una excelente oportunidad para franquiciatarias, empleadas y, claro está, para las clientas”, dice el empresario de origen francés.

La idea surgió cuando Christophe laboraba en un importante corporativo, por lo que él y su esposa vivían en Estados Unidos. La emprendedora oriunda de Monterrey conoció los efectivos tratamientos para fortalecer las pestañas y, a manera de hobby, empezó a aplicárselos a sus amigas y conocidas en su propia casa. Como es dentista de formación, Myriam no tuvo problema alguno en desarrollar un trabajo tan delicado.

Pronto, la pareja notó que existía una oportunidad de negocio. Cuando Christophe dejó de trabajar como ejecutivo, regresaron a vivir a Monterrey donde este tratamiento prácticamente era desconocido y lo mejor: resultaba atractivo para las mujeres mexicanas. Juntos decidieron que el mejor vehículo para vender y aplicar esta fórmula era crear una clínica de belleza.

Fue así como en 2008 abrieron la primera clínica Evercil en la capital neolonesa. El centro se distinguía por ofrecer un ambiente sumamente agradable y cómodo, con mobiliario ergonómico, aprovechando las ventajas de la aromaterapia y musicoterapia. “Nuestras clientas describen los locales como elegantes y con un excelente servicio al cliente”, afirma el co-fundador de la marca.

Debido a los buenos resultados, ese mismo año instalaron la segunda clínica en la ciudad. Fueron las mismas clientas quienes pidieron participar del negocio, por lo que a finales de 2009 los empresarios concedieron dos licencias del concepto para abrir sucursales en Los Cabos, Baja California, y en Lomas Verdes, Estado de México.

En menos de 12 meses apostaron por ajustar el concepto para convertirlo en franquicia y expandirse con mayor facilidad y rapidez. Después de trabajar en la creación de los manuales y en la estandarización de operaciones, los empresarios empezaron a ofertar su negocio bajo este modelo y se lanzaron a la búsqueda de franquiciatarios.

“La mayoría de los miembros de nuestra red son mujeres -profesionistas o amas de casa- que tienen una buena imagen y están dispuestas a trabajar en su franquicia a tiempo completo”, dice Belloncle. A cambio de la inversión total (que ronda el millón de pesos) reciben capacitación continua, el software de gestión de clientes, todos los manuales, apoyo en la pre apertura y un plan de marketing que incluye medios impresos y digitales.

Otra de las ventajas que brinda tanto a los franquiciatarios como a las clientas es que en los centros también se comercializan los productos, resultando una fuente extra de ingreso para los dueños del local.

A la fecha cuentan con 22 unidades repartidas en la República Mexicana y esperan cerrar el año superando las 30. Asimismo, tienen planes para abrir este año una unidad en otro país, así como la intención de expandirse en el corto plazo a España y Latinoamérica. “Nuestro objetivo es ser líderes en los mercados en los que nos insertemos”, asegura el emprendedor.

Su oferta está dirigida a mujeres de clase media, media-alta y alta, por lo que buena parte de su estrategia está en elegir cuidadosamente las ubicaciones. “Y en eso también apoyamos a los franquiciatarios; hacemos una investigación de mercado para asegurar que haya clientes potenciales”, dice Christophe.

Sin embargo, la principal fortaleza de Evercil se encuentra en la recomendación de boca en boca. Y es que, de acuerdo con el franquiciante, sus servicios “te cambian la vida”.