México ve nuevas oportunidades en China y Japón

22 abril, 2013

La reciente gira del presidente Enrique Peña Nieto por China y Japón ha puesto nuevos cimientos en la construcción de la política transpacífica de México. Se trata de naciones clave de la economía mundial que representan espacios de gran valor geoestratégico y geoeconómico, por lo que se han resaltado las intenciones de colaboración y cooperación estrecha entre las partes.

La zona que abarcan ambos países se ha caracterizado por su dinamismo y crecimiento, pues cuenta con economías diversificada (desde agronegocios, industrias ligera y pesada, servicios de toda índole), una infraestructura logística muy desarrollada (puertos y aeropuertos como Yokohama, Tokio, Beijing, Hong Kong y Shenzhen), además de flujos de comercialización y gran potencial de inversiones.

La visita a Asia se da a razón de que el actual gobierno pretende seguir impulsando la inserción del país en una de las regiones más dinámicas del mundo. El espacio geográfico de China y Japón está enclavado en una esfera de prosperidad que, de acuerdo con APEC (Asia-Pacific Economic Cooperation) reúne casi la mitad de la población del planeta y es en donde se produce 30% del PIB mundial, y genera el equivalente a 50% de las operaciones de intercambio multilateral.

La visita de Enrique Peña, los secretarios de Economía, Relaciones Exteriores y Energía, además de representantes del sector privado mexicano a los mandatarios de China, Xi Jiping y de Japón, Shinzo Abe; significa un nuevo esfuerzo para afianzar la inserción en mercados externos a favor de las empresas del país, además de abrir un nuevo capítulo en oportunidades de negocios, de promoción y de continuidad de los fuertes vínculos abiertos en periodos anteriores.

En este tenor se percibe que uno de los principales mensajes transmitidos a ambos mandatarios es el sentido de que México adquiere un nuevo rostro. En forma particular, se hace notar que al desempeño económico sobresaliente que ha dado a nuestro país un marco de estabilidad, se agrega la intención oficial de concretar reformas que ayuden a mejorar más las condiciones de competitividad, pues se considera que impactaría de forma favorable a los sectores productivos.

Después de todo lo realizado, sobresalen las oportunidades de mercado que se pueden aprovechar, ya que se ha expuesto la necesidad de estrechar aún más las relaciones comerciales mediante promoción, asociaciones empresariales, exportaciones con mayor valor agregado y contenido tecnológico, además de integrarse en las cadenas de suministro, producción y distribución, entre otras actividades.

En este escenario, Japón destaca por ser el principal importador de productos agrícolas. China es uno de los más grandes demandantes de materias primas a nivel global.

Cabe agregar que de acuerdo con la Secretaría de Economía, la inversión de Japón va a áreas como energía, minería y manufacturas; mientras que la china se halla en sectores como el automotriz, autopartes, electrónica y servicios financieros.

En materia comercial, en 2012 las exportaciones dirigidas a Japón cuantificaron 2 mil 653 mdd, mientras que en importaciones esto fue de 17 mil 655 mdd (con un saldo de -15,042 mdd). En el caso de China, México vendió bienes por 5 mil 721 mdd y se les compró mercancía por 56 mil 936 mdd (-51, 215 mdd).

En suma, la gira se ha dado en un marco de expectativas de complementación para todos. México podría concretar inversiones, las cuales son necesarias para dinamizar a sus sectores productivos, fomentar el empleo y detonar un mayor PIB. Para China representa una oportunidad ante la de reducción del ritmo económico que experimenta, así como para colocar recursos en el exterior y fortalecer su intercambio comercial. Para Japón es una alternativa para abrir más espacios a inversiones y proyectos empresariales. Sin duda, es el momento del Pacífico.