Las casas de empeño, aliados condicionales

28 abril, 2011


Si usted es uno de esos consumidores que piensa en acudir a empeñar alguna prenda después del periodo vacacional de Semana Santa y Pascua, tome en cuenta las siguientes recomendaciones.

En México hay tres temporadas en el transcurso en las que se acude con mayor frecuencia a las casas de empeño; la primera fue en enero, la segunda al regreso de las vacaciones de Semana Santa y la tercera en verano e inicio de clases en septiembre

Roberto Bello Salcedo, director general de estudios sobre consumo de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), recomendó a los pignorantes algunas estrategias para maximizar los recursos que se obtengan por el bien que se empeñó.

“Lo primero que tienen que hacer cuando acuden a una casa de empeño es revisar que toda la información de precios y que la entrega de dinero sea transparente”, dice el directivo de la Produraduría Federal.

Explicó que una casa de empeño privada debe de cumplir con información clara y específica sobre los porcentajes que se van a cobrar como tasa de interés por cada día que la prenda se deje en el establecimiento.

Bello Salcedo recomendó a los pignorantes comparar el Costo Anual Total (CAT), que es el porcentaje real de cobro por la prenda en cuestión, así como corroborar que el contrato de adhesión tenga el visto bueno de la Profeco. El funcionario aseguró que el CAT que predomina entre las casas de empeño comerciales ronda entre el 269%, mientras que en las instituciones de asistencia privada alcanza un nivel de 99%.

De acuerdo con sondeos del organismo, lo que más empeñan los consumidores son joyas con alrededor de entre 70% a 80% de las operaciones.

El funcionario dijo que la cantidad que obtiene por un consumidor regularmente varía, pero en promedio es la mitad del valor de lo que se empeña.

“Eso también es un factor importante de decisión, ya que cuando acuden a la casa de empeño es importante saber en cuánto les valúan la prenda y cuánto del valor del artículo les van a dar en dinero”.

¿Qué son las casas de empeño?

De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), las casas de empeño operan desde hace varios siglos tanto en oriente como en occidente, variando en su forma de trabajo, así como su fundación y los estatutos bajo los cuales se rigen.

En México esta figura está vigente desde 1921, cuando la Junta de Beneficencia Privada, que dependía de la Secretaría de Gobernación, inicia la supervisión de las operaciones de las casas de empeño. También existía en la rama de préstamos con garantía prendaria, empresas privadas, con el propósito de desarrollar y operar franquicias en todo el país, otorgando créditos prendarios.

La figura de las Instituciones de Asistencia Privada encuentra su fundamento jurídico en la fracción tercera del artículo 27 Constitucional, en donde se reconoce la existencia de entidades de beneficencia privada, cuyo objeto es el auxilio de los necesitados, la investigación científica, entre otros.

El contrato de prenda

La Condusef destacó que cuando una persona acude a una casa de empeño a depositar un bien, es necesario firmar un contrato de prenda, a través de éste el titular recibe un billete con lo cual el pignorante y la casa de empeño se sujetan a las cláusulas que lo integran. La constitución de la prenda es necesaria para garantizar el pago del préstamo, ya que, en caso de que la cantidad otorgada o sus intereses no sean cubiertos oportunamente, la institución podrá absorber la propiedad del bien y subastarlo o venderlo para recuperar el crédito.

Este contrato lo firma la Institución a través del patronato y el pignorante, al recibir el préstamo prendario.

Gustavo Méndez Tapia, vocero de Nacional Monte de Piedad, exhortó a los usuarios a no confundir entre una institución de asistencia privada y las casas de empeño comerciales.

Alertó que hay empresas lucrativas que copiando el modelo del Monte de Piedad reciben prendas en empeño para enriquecer el bolsillo de un particular y eso hace una enorme diferencia porque Monte de Piedad presta no con fines de lucro sino como una responsabilidad asistencial.

Méndez Tapia explicó que en este periodo vacacional el volumen de operaciones de Nacional Monte de Piedad puede reportar incrementos de entre 5% y 8%, que significa 13 mil empeños diariamente aproximadamente.

El Monte de Piedad tiene un volumen operativo intenso en el año. El 2010 “lo cerramos habiendo realizado 24 millones de operaciones prendarias, asegura el funcionario del Monte de Piedad.

La Condusef destacó que en los últimos años se registró un crecimiento importante en el número de casas de empeño privadas.

Sin embargo, es relevante evaluar la tasa de interés y el porcentaje que se presta por la prenda.

Muchas casas reciben escrituras de autos y hasta de bienes inmuebles.

La dependencia advirtió que las tasas de interés son elevadas respecto a otras que se ofrecen en el mercado, tal es el caso de las bancarias o las de las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes).